Foto:SVG
"Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida"
Michel Houellebecq




jueves, 21 de marzo de 2019

¿De verdad, Murakami? ¿De verdad, Haruki?

¿De verdad necesitabas un tocho de más de cuatrocientas páginas? ¿Y eso es el Libro I? ¿Qué nos preparas para el Libro II?
Muy atractiva la portada, con esos manchurrones de colores fuertes sobre un rostro que se oculta. Muy sugestivo el título y lo de "Libro I", ese comendador parece que va a dar mucho de sí y que te va a acercar al Nobel a pasos agigantados. Los elogios de la solapa prometen ("Un libro que no puedes soltar","Murakami se supera a sí mismo": siempre sospeché que les dan un bono para un balneario a los autores de estos elogios tan entusiastas) Al hojear el libro veo que al final hay un capítulo escrito en letra cursiva, una cita extensa, y ya empiezo a salivar: esto promete; y eso que no soy fan, lo siento, Haruki: te leo, pero fan, lo que dice fan, mmno. Pero ese último capítulo, el 32, con su título, "Su profesión fue siempre muy apreciada", era sugerente.
Y, hala, una ojeada al índice y a leer. "De lejos, la mayor parte de las cosas se ven bonitas", "El momento en que lo que es real y lo que no lo es se confunden", "La verdad, a veces, solo aporta una pequeña soledad": los títulos los clavas, Mura; y sabes administrarlos muy bien, después de un rato poco atractivo salta el título que despierta interés y ya me tienes enganchada otra vez, pillín.



Pero es como bailar con Ricky Martin, un pasito p'alante, un pasito p'atrás. Cuando estás convencida de la bondad de lo que estás leyendo llega un tramo anodino, que no se sabe a dónde va. Y llegas al final, abierto, claro, que para eso estará el Libro II. Pero igual se te fue la mano con la abertura, lo dejaste todo en el aire: el prota, la ex, la amante, el vecino rico y misterioso, el señor del Subaru, la chavala del cordón al cuello, el pintor desmemoriado, su hijo, lo que pasó en Viena, la hermana, la tía de Marie, y la pequeña Marie ¿por qué Marie me recuerda a la Thérèse de Balthus?
Y las campanillas, y las ideas con vida propia, y el comendador. Sobre todo el comendador.
Así que estoy indecisa, no sé si leeré ese famoso Libro II, lo tengo que pensar. Te tendré al corriente, Muri, amigo.

6 comentarios:

  1. Cielos, criticando duramente al eterno candidato del que todo el mundo habla maravillas.

    ResponderEliminar
  2. Hola! Estoy ahora con el segundo tomo. He dado con este blog porque busqué «Murakami Balthus». Me ha llamado la atención tu comparación entre Marie y Therese. Yo no había pensado inicialmente en eso sino mas bien en el cuadro La muerte del Comendador,que me imaginaba muy balthusiano. Pero ahora que te leo ya también a Marie la imagino muy balthusiana. En fin,me agrada compartir esta forma de ver las cosas, gracias. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  3. Hola, Antonio. Gracias por tu amable comentario. Quizás pensé en Balthus porque un poco antes de leer el libro tuve ocasión de ver la exposición del Thyssen; o quizás no, quién sabe. Lo bueno del arte es que cada espectador o lector "terminamos" la obra cuando la vemos o la leemos, a nuestro aire; creo que fue Conrad el que lo dijo y no le vamos a llevar la contraria ¿no te parece? Es un placer tenerte por aquí, puedes volver siempre que quieras.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  4. Jajaja, Seve. Me parto contigo. He entrado en tu blog y en el de Ana Rojas a buscar libros. En el tuyo, me está costando con tanta poesía... ;P Está claro que este no. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Besos, Blanca; no había visto el comentario, igual me perdonas...

      Eliminar