ATMÓSFERA
Cerraban las puertas
contra la tormenta.
En el cielo rápido
de entre dos portazos,
chorreando dardos
del yunque de ocaso,
abría el relámpago
sus sinfines trágicos.
Cerraban las puertas
contra la tormenta.
Todos se escondían,
caras de cerilla
(verdes de las iras
que por las rendijas
colaba la fija
nube apocalíptica).
Cerraban las puertas
contra la tormenta.
Pero tú, desnuda,
tu carne de luna
en la nube oscura,
ibas por las lúminas
(¡oh, qué arquitecturas!)
azoteas últimas.
Cerraban las puertas
contra la tormenta.
Mussorgsky. Una noche en el Monte Pelado. Filarmónica de Berlín dirigida por Claudio Abbado
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