Premio Príncipe de Asturias 1981
Premio Cervantes 1988
VERDI 1874
La muerte con sus perlas,
sus sedas, sus rubíes, abanicos de pluma,
encajes, terciopelos…
La muerte va a la Ópera.
Apaga los mecheros de gas
para que no se vea su esqueleto amarillo.
La Ópera va a la muerte.
La música amansada va a la muerte.
Va a la muerte, encolerizada,
a ser domada por Giuseppe Verdi.
Como un zumbel, una peonza,
es la vida de cada ser:
gira vertiginosa, rumorosa,
después se tambalea más y más,
hasta el desplome y el silencio.
Mientras gira, ve en torno suyo
agonizar hijos, amor.
Rossini y el estío,
Manzoni y el otoño,
la patria encadenada:
se ve morir Giuseppe Verdi.
Y, sin embargo, tanta vida,
tanta muerte, se enjoya, fastuosa,
toma sus abanicos de pluma,
viste sus sedas y sus terciopelos,
se oculta tras la máscara de oro y gas.
Y va a la Ópera. La muerte va a la Ópera
encadenada a la armonía.
De Nombres propios, en Agenda. Ediciones Prensa de la Ciudad, 1991
Giuseppe Verdi - Va pensiero (Nabucco) Teatro La Fenice, Venecia
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