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"Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida"
Michel Houellebecq




domingo, 27 de enero de 2013

ALICE MUNRO: LA VIDA DE LAS MUJERES

Había oído hablar de ella, de sus méritos para alcanzar el premio Nobel, sobre todo cada vez que se habla de candidatos con posibilidades, pero no conocía su obra; tras leer un  artículo de Antonio Muñoz Molina a propósito de  su novela La vida de las mujeres decidí hacer feliz a mi librera cambiándole mis euros por su libro.No sé cuánta felicidad se siente al vender un libro, pero sí sé cuánta me traje yo a casa y en solo trescientas setenta y tres páginas.
Alice Munro es una joven escritora canadiense de unos ochenta y un años. Y Del Jordan es una niña que transita por esa etapa extraña e imprecisa a la que llamamos adolescencia. Cuando se escribió la novela no había tanta diferencia de edad entre ellas porque Alice tenía solo cuarenta años mientras que Del Jordan ya era la misma adolescente que yo acabo de conocer. La novelista dice que no hay relación personal entre ellas, que la novela es "autobiográfica en la forma, que no en los contenidos", es decir, que Alice es Alice y que Del es Del, pero ¿cómo medir realmente lo que cualquier escritor pone de su autobiografía  en un personaje o en una obra? Me resisto a creer que Alice Munro no haya transformado en materia literaria sus recuerdos de infancia. 
Jubilee es un pueblo como tantos: La vida de la gente, en Jubilee como en todas partes, era aburrida, simple, asombrosa e insondable... cuevas profundas cubiertas de linóleo de cocina. Y Del es una adolescente como todas, pero, no, no como todas. Lo es en su forma de disfrutar los últimos coletazos de infancia, en sus juegos, en sus muestras de desapego infantil, casi cruel. Pero es única en su capacidad de observación y es implacable en la valoración de lo que ve, la mediocridad del mundo que la rodea, empezando por su propio padre, o el aislamiento de quienes intentan vivir al margen de las convenciones, como su madre. Del Jordan se asombra de las exigencias de la amistad: Yo nunca había tenido una amiga. Interfería en mi libertad y hacía que me sintiera, en cierto modo falsa, pero al mismo tiempo ampliaba y daba resonancia a mi vida. Desea conocer el amor, incluso tener hijos, pero no quiere la vida de Jubilee; no quiere estar pendiente de su aspecto físico, de los consejos de las revistas femeninas, no quiere una vida subsidiaria de la de los hombres. Admira a la madre que le dice todo lo que las mujeres han tenido hasta ahora ha sido su relación con los hombres. Eso es todo. No hemos tenido más vida propia, en realidad, que un animal doméstico  pero se avergüenza de ella cuando sigue sus propias ideas y no se comporta como una madre al uso.Y Del se empeña en oponerse a su madre, que le habla de amor propio, aunque en el fondo está de acuerdo con ella.
Pero lo que más me gusta de Del Jordan (y me temo que esa es Alice Munro) es su temprana determinación de ser dueña de su vida: 
Ser mujer te hacía vulnerable[...]mientras que se suponía que los hombres podían salir y vivir toda clase de experiencias, desechar lo que no querían y volver orgullosos. Sin pensarlo siquiera yo había decidido hacer lo mismo.
¡Muchas gracias, Alice, fue un placer conocerte!
P.S.: María, si la tertulia literaria renace de sus cenizas, este sería un buen plato para empezar.
Alice Munro.- La vida de las mujeres.Trad. de Aurora Echevarría. Ed. Lumen,2011

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