Accésit Premio Adonáis de Poesía 1992
ESCENA DE CASA
Y es que aunque nada puede
detenerse,
he sido tan feliz que es suficiente. Bajo
la tarde, aquí, recuerdo
ahora
la vida transcurriendo
como fruta brillante. Las fieles golondrinas
girando hasta la cuadra y el olor
de la hierba.
-Mi madre era tan joven...-
Existió todo en mí. El cariño y la infancia
como un pan abundante,
los rayos del verano entrando
hasta la siesta. El nombre de los pájaros,
su canto. Las luciérnagas,
su silencio encendido sobre las noches
largas.
Ha sido tan verdad que ya es bastante.
Más allá, los postes de la luz,
los maizales,
y el mundo se acababa.
( de El canto del mirlo)
Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo y el que todo lo tuvo.
PABLO NERUDA
Mi voz es el paisaje
que va echando de menos
las cosas que he perdido.
He nacido en un pueblo
y en el anonimato.
Mi vida se resume en aquel calendario
de números granates
donde mi madre iba
apuntando los partos de las vacas
y visitas al médico.
Fui más feliz que pobre
porque quien no conoce la abundancia
valora las minucias y los pájaros.
Desde niño la hora de las gaviotas
viene siendo mi reino
y el mar un no sé qué
-eternidad dios alma-
donde muero un momento cada día.
Así me veo ahora
cuando ya las gaviotas no conocen mi nombre
y la higuera envejece sobre la sed del pozo.
Mi casa, mis amigos, los míos, los de nadie.
¡Qué pronto somos soledad!
( de La hora de las gaviotas)
Para escribirte a ti
no necesito guerras,
ni ausencias, ni recuerdos.
Solamente creer que
es mentira el pasado,
mentira
como los reyes magos, como la vida eterna.
Quédate aquí una vida,
conviértete en estatua
de mi cuarto
y te daré mis versos
y te pondré en las manos pétalos de poemas.
Para escribirte a ti
no pido más que un libro
con tu presencia para hacer mi palabra.
Hace ya mucha historia
no creo sino en ti.
( de Versos para Ana sin número)
Cuarteto Asturianía. Ecos de la quintana.
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