(1745-1801)
John William Waterhouse - Miranda. La tempestad. 1916 (Colección particular) |
LOS NAVEGANTES
Lloraban unos tristes Pasajeros
viendo su pobre nave combatida
de recias olas y de vientos fieros,
ya casi sumergida;
cuando súbitamente
el viento calma, el ciclo se serena,
y la afligida gente
convierte en risa la pasada pena.
Mas el Piloto estuvo muy sereno,
tanto en la tempestad como en bonanza:
Pues sabe que lo malo y que lo bueno
está sujeto a súbita mudanza.
Iva Zanicchi - Un río amargo
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