El gusto de ir llenándolas con libros que quieres leer, con películas que quieres ver, con música que quieres escuchar. Alguna anotación sobre el libro que estás leyendo, ¿uno de cada vez? Alguna idea por si escribes una reseña para ti misma o algo para comentar con esas amigas con las que hablas de libros. Algún recorte de periódicos y revistas, o de la radio, esa magnífica provisora de ideas. ¿Que no se pueden guardar recortes de la radio en una libretina? No lo diréis en serio. Y citas, muchas citas. De los libros, no de las otras, of course.
Y luego no la consultas y lees y ves y escuchas otras cosas que te asaltan por ahí. Y no encuentras la cita que querías utilizar. Y no sabes por qué apuntaste aquel libro que ya no te llama nada. Y la letra bonita parece ya alumna de la Facultad de Medicina. Y los tachones empiezan a encontrarse cómodos en sus páginas.
La de este verano es Oxford amarilla, que tampoco la papelería-librería-lotería-regalos de mi pueblo es El Corte Británico. Pero tengo libretina nueva.
Y la primera anotación es para la escritora ucraniana VICTORIA AMELINA. Maldita sea la rabiosa actualidad.
Pues a coger la libretina y a escribir, claro que se pueden guardar recortes de la radio, hasta los olores de la playa y el sabor del pescado.
ResponderEliminarYa lo estoy escribiendo.
Estamos de acuerdo, Anónimo.Gracias por tu comentario. Y me dejas intrigada: ¿Quién serás?
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