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"Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida"
Michel Houellebecq




miércoles, 12 de agosto de 2020

#poesíaenverano/53




Tres poemas de Perra mentirosa.  Madrid, Bartleby, 2010.


Como calzarse

la palabra mujer
sin que el pie zancajee
dentro del zapatito.

Después, 
muy pronto,
los cordones aprietan
y el cuero,
el tafilete,
el charol,
nos hacen rozaduras 
y ampollas 
que nunca cicatrizan.



En mi sueño político

friego
con un potente y destructor
producto antigrasa
el frente mugriento
de una cocina.

Sale el blanco
bajo el amarillo
y yo
comparto la casa
con un feroz,
pasado y criminal
presidente del gobierno.

Al fina de la historia
(eres una perra, una perra y una perra),
la comadreja
me cae simpática
porque alaba
mucho
mi trabajo.
Mucho.
Mi trabajo.


Ay, amor,

si yo pudiera explicarte todo esto,
no te escribiría ningún poema,
no te contaría que sueño con gatos y mujeres,
no te diría ni una mentira más.

Ahogaríamos a la perra
en un barreño,
contrataríamos a un psicoanalista,
nos iríamos a vivir al campo,
levantaríamos un invernadero
y comeríamos frutas tropicales
recién traídas
de un gran hipermercado.

Ay, amor.
Entonces sí que nos dolería todo
y deberíamos ingerir
un montón de yogures
para curarnos
del extrañamiento.


Marta Sanz y alguno de sus libros


Y un poema de Vintage. Madrid, Bartleby Editores 2013



«Huella en la nieve,
Sudor que abrasa la piel.
Como los ácidos.»

Un poema a Miguel

Un poema a Miguel
debería incluir
una previsión meteorológica.

Para aguantar el barro,
torrentera,
lluvia
que limpiará
la escápula y las tibias
por debajo, en la raíz,
del surco en barbecho.

Un poema a Miguel
debería apretarse
entre los hierros
de un aparato
para enderezar los dientes.

Contener la dentellada
y la grieta de la luz
en que se abren
el pubis de la mujer
y la herida del mundo.

Luna y aprendizaje de los ingenieros de caminos.

Hachazo,
por donde se palpa la tierra
para arrancar minerales.

Sangre que se hizo costra.

Fusiles, soldados, comida de pobre.
Las partes blandas del cuerpo.
La hoz de óxido rojo
y el martillo, cabeza azul del metal y del mercurio,
herramientas de carne,
como manos,
en gesto de amistad.

La celda de Miguel
es fondo submarino
musgoso,
amarillento
y anegado de agua.

Leonard Cohen. Dance Me To The End Of Love


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