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"Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida"
Michel Houellebecq




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jueves, 2 de julio de 2020

#poesíaenverano/12


JUAN RAMÓN JIMÉNEZ



A mi alma

Siempre tienes la rama preparada
para la rosa justa; andas alerta
siempre, el oído cálido en la puerta
de tu cuerpo, a la flecha inesperada.

Una onda no pasa de la nada,
que no se lleve de tu sombra abierta
la luz mejor. De noche, estás despierta
en tu estrella, a la vida desvelada.

Signo indeleble pones en las cosas.
luego, tornada gloria de las cumbres,
revivirás en todo lo que sellas.

Tu rosa será norma de las rosas;
tu oír, de la armonía; de las lumbres
tu pensar; tu velar, de las estrellas.


Intelijencia

Intelijencia, dame
el nombre esacto de las cosas!
Que mi palabra sea
la cosa misma,
creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos
los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos
los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos
los mismos que las aman, a las cosas…
¡Intelijencia, dame
el nombre esacto, y tuyo,
y suyo, y mío, de as cosas!


Distinto, de Juan Ramón Jiménez, recitado por Asier Etxeandía
(Proyecto "Amamos la poesía", RAE)



domingo, 30 de octubre de 2022

#poesíaenotoño/12

Lalín (Pontevedra, 1947)
XXIV Premio Hispanoamericano de Poesía “Juan Ramón Jiménez” (2004)



Miguel Ángel - La creación de Adán, fragmento, 1511
 Capilla Sixtina. Museos vaticanos. Ciudad del Vaticano





LXI

Hay tréboles de cuatro hojas en ese prado
pero tú, a las polillas.

Te pasas las horas contemplando a las polillas grises de las luces,
que traen cartas:
sal al mediodía y trágate los colores de las mariposas en los zarzales.

Pídele a esa lagartija que te cuente
qué tesoro guarda para ti en su corazón larguirucho que late al sol,
entre las piedras.

Toma suavemente esa mariquita y no la muerdas, déjala así, que suba suba,
camino arriba,
por la raya de la vida de tu mano pequeña.

                            La marca de los Potros. Colección Juan Ramón Jiménez de Poesía. Diputación de Huelva, 2004



Víctor Manuel - Soy un corazón tendido al sol

sábado, 21 de octubre de 2023

#lacosapoética/16


JUAN RAMÓN y su esposa, la escritora española ZENOBIA CAMPRUBÍ


WILLIAM TURNER - (Barcelona) Tres estudios de nubes y lluvia sobre el mar y la costa


LLUVIA DE OTOÑO
(Llueve, llueve dulcemente...)

...El agua lava la yedra;
rompe el agua verdinegra;
el agua lava la piedra...
Y en mi corazón ardiente,
llueve, llueve dulcemente.

Esté el horizonte triste;
¿el paisaje ya no existe?;
un día rosa persiste
en el pálido poniente...
Llueve, llueve dulcemente.

Mi frente cae en mi mano
¡Ni una mujer, ni un hermano!
Mi juventud pasa en vano.
-Mi mano deja mi frente...-
¡Llueve, llueve dulcemente!

¡Tarde, llueve; tarde, llora;
que, aunque hubiera un sol de aurora
no llegará mi hora
luminosa y floreciente!
¡Llueve, llora dulcemente!



THE ROLLING STONES - She's a rainbow (vídeo oficial)

jueves, 3 de diciembre de 2020

#poesíaalarmada/39

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ


ALBA

(Este poema de Juan Ramón inspiró a la pintora Ángeles Santos su obra Un mundo que se presentó en el Salón de Otoño de Madrid en 1929)


Se paraba

la rueda

de la noche...

                            Vagos ánjeles malvas

apagaban las verdes estrellas.


Una cinta tranquila

de suaves violetas

abrazaba amorosa

a la pálida tierra.


Suspiraban las flores al salir de su ensueño,

embriagando el rocío de esencias.


Y en la fresca orilla de helechos rosados,

como dos almas perlas,

descansaban dormidas

nuestras dos inocencias

—¡oh que abrazo tan blanco y tan puro!—

de retorno a las tierras eternas.


Un mundo. Ángeles Santos. 1929 
en Carlos del Amor. Emocionarte 
Premio Espasa 2020




domingo, 19 de diciembre de 2021

#poesíasoloenfinde/53


Agua en La Alhambra



(92)

CANCIÓN SOBRE EL AGUA

Sí, es lo mismo; sí, la hora
¡Vela blanca por un río
existe, y debe llegar;
de clara cristalidad
mas no es lo mismo que colmen
¡tan dulce! queriendo a un tiempo
la luz o la oscuridad
quedarse y adelantar!
el hueco que cada día
¡Rosa que el arroyo lleva
cavando en el erial va;
del rosal y del manantial
no es igual que el hilo oculto
a la alegría infinita
que ata a la inmortalidad,
de los ocasos del mar!
tenga los nudos de rosas
¡Brisa, respiro del alba,
o de espinas de metal.
mano de la eternidad!

                                        De Miscelánea, en Poemas impersonales, Vandalia, 2020




Juan Pardo- Agua (1976)

lunes, 21 de septiembre de 2020

#poesíasiempre/21


Antonio Machado


Amanecer de otoño

                           A Julio Romero de Torres

Una larga carretera

entre grises peñascales,

y alguna humilde pradera

donde pacen negros toros. 

Zarzas, malezas, jarales.


Está la tierra mojada

por las gotas del rocío,

y la alameda dorada,

hacia la curva del río.

Tras los montes de violeta

quebrado el primer albor:

a la espalda la escopeta,

entre sus galgos agudos,

 caminando un cazador.

Otoño en casa. esevelasco2012


Juan Ramón Jiménez


OTOÑO


Esparce octubre, al blando movimiento

del sur, las hojas áureas y las rojas,

y, en la caída clara de sus hojas,

se lleva al infinito el pensamiento.


Qué noble paz en este alejamiento

de todo; oh prado bello que deshojas

tus flores; oh agua fría ya, que mojas

con tu cristal estremecido el viento!


¡Encantamiento de oro! Cárcel pura,

en que el cuerpo, hecho alma, se enternece,

echado en el verdor de una colina!


En una decadencia de hermosura,

la vida se desnuda, y resplandece

la excelsitud de su verdad divina.


Mario Benedetti


OTOÑO


Aprovechemos el otoño

antes de que el invierno nos escombre

entremos a codazos en la franja del sol

y admiremos a los pájaros que emigran


ahora que calienta el corazón

aunque sea de a ratos y de a poco

pensemos y sintamos todavía

con el viejo cariño que nos queda


aprovechemos el otoño

antes de que el futuro se congele

y no haya sitio para la belleza

porque el futuro se nos vuelve escarcha



lunes, 17 de mayo de 2021

#poesíasiempre/54






Adolescente
                              Watteau


Corazón, de flor en flor,
ve, alegre y campeador.

Azul, sereno, con flores,
orne el pintado paisaje
de su esmalte de colores,
la seda de tu albo traje,
propicio al gustoso amor…

Corazón, de flor en flor,
ve, alegre y campeador.

Huye a la pasión violenta
que avasalla y que conmueve;
no la bandera sangrienta,
sino la enseña de nieve
sea anuncio de tu amor…

Corazón, de flor en flor,
ve, alegre y campeador.

La graciosa primavera 
dé a tus labios su sonrisa;
a tu mano, su lijera 
mariposa, por divisa
de tu ensueño y de tu amor.

Corazón, de flor en flor,
ve, alegre y campeador.
                                  (De Poemas impersonales, Fundación José Manuel Lara, 2020)




Los Mustang - Jóvenes

domingo, 6 de febrero de 2022

#poesíasoloenfinde/70



Marc Chagall - America Windows, 1977 (fragmento)
Instituto de Arte de Chicago



5
Dijo el solo en 19XX
Como presentimiento de lo dichosamente incumplido

¿Yo con mis alas grandes (¿grandes?)
guardándote, aguardándote, en el nido nuestro?

¿Tú con tus siempre tiernas alas
cruzando el infinito verdadero
adonde no podrán llegar mis ambas plumas (¿grandes?)
que solamente aquí me sirven para
que crea yo que guardan tu secreto?

¿Este huevo vacío, esta blancura huera
de nuestro nido mío sólo y ya no nuestro?

Y ¿tú con tus alas eternamente tiernas
cruzando sola y blanca el todo negro solo verdadero?

¡Quién te viera la luz que llevas en tu vuelo!

De De ríos que se van (1951-19549 en Lírica de una Atlántida, Galaxia Gutenberg, 1999




The Alan Parsons Project- Eye in the Sky

domingo, 7 de marzo de 2021

#poesíaalarmada/134




Patio de los naranjos - Catedral de Sevilla



A Dios en primavera

Señor, matadme, si queréis.
(Pero, señor, ¡no me matéis!)

Señor dios, por el sol sonoro,
por la mariposa de oro,
por la rosa con el lucero,
los corretines del sendero,
por el pecho del ruiseñor,
por los naranjales en flor,
por la perlería del río,
por el lento pinar umbrío,
por los recientes labios rojos
de ella y por sus grandes ojos...

¡Señor, Señor, no me matéis!
(...Pero matadme, si queréis)


Jorge Cafrune - Zamba de mi esperanza

domingo, 2 de agosto de 2020

#poesíaenverano/43



JUAN RAMÓN JIMÉNEZ
Las hojas verdes (1909)


Otra balada a la luna


C'était, dans la nuit brune,
Sur le clocher jauni,
La lune,
Comme un point sur un i.

Musset

  -Heine, Laforgue, Verlaine...-                     
Luna de mi corazón,              
niña blanca, si has nacido en            
       el Japón,              

    baja a mis labios tu cara                
de flor de almendro, pues eso                     
lo necesito yo para                
       darte un beso.                 

    Háblame tú con tu voz                  
de musmé fresca y gentil,                 
luna de nardo, de arroz                    
       y marfil!              

    Y si fueres por tu cuna                  
noble y plácida princesa,                  
cásate conmigo, luna            
       japonesa!            

    Estás desnuda, o te endiosa                     
un velo blanco de tul?                      
Y tu carne, luna, es rosa                   
       o es azul?            

    Eres pagana, o qué eres?              
Di, qué has oído, qué has visto?                   
También turbó tus placeres              
       Jesucristo?                      

    Va algún alma eterna en ti            
a los parques de la cita?                   
Y tu hermana Ofelia? Di,                   
       Margarita...                     

    Te has muerto acaso? Estás yerta?                      
Se enredó un nombre a tu boca?                 
Di, luna mía, estás muerta,               
       o estás loca?                   

    Tú, que entre la noche bruna,                  
en una torre amari-               
lla, eres como un punto, oh, luna!               
       sobre una i;                     

    tú, ladrada de los perros,              
lámpara azul del amor,                     
tú, que dorabas los cerros                
       al pastor;             

    tú, Selene, tú, Diana,                     
urna de melancolía,              
que te vaciarás mañana                    
       sobre el día;                    

    deja en mi frente tu estela,                      
o, como una mariposa,                     
desde tu magnolia, vuela                 
       a mi rosa!            

    Luna, desde mi balcón                  
de florecidos cristales,                      
te mando este corazón                     
       de rosales!                      

    Sé mi novia, soberana                   
ciega, romántica muda,                    
tú que eres triste, liviana                  
       y desnuda!                      

    Emperatriz de jazmines,                
bella sin años contados,                   
alma sin cuerpo, en jardines            
       estrellados!                     

    Oh, rosa de plata! Oh, luna!                     
Aldea blanca y en calma,                  
sé el hogar y la fortuna                     
       de mi alma!       

              
 Andy Williams. Moon River

sábado, 16 de abril de 2022

#poesíasoloenfinde/92



Giotto - El beso de Judas 
Fresco en la Capilla de los Scrovegni, Padua, Italia





Capítulo 8 - JUDAS


¡No te asustes, hombre! ¿Qué te pasa? Vamos, quietecito... Es que están matando a Judas, tonto. 

 Sí. Están matando a Judas. Tenían puesto uno en el Monturrio, otro en la calle de Enmedio; otro ahí, en el Pozo del Concejo.  Yo  los  vi  anoche,  fijos  como  por  una  fuerza sobrenatural en el aire, invisible en la oscuridad la cuerda que, de doblado a balcón,  los  sostenía.  ¡Qué  grotescas  mezcolanzas  de  viejos  sombreros  de  copa  y  mangas de mujer, de caretas de ministros y miriñaques, bajo las estrellas serenas! Los perros les ladraban sin irse del todo, y los caballos, recelosos, no querían pasar bajo ellos... 

Ahora las campanas dicen, Platero, que el velo del altar mayor se ha roto. No creo que  haya  quedado  escopeta  en  el  pueblo  sin  disparar  a  Judas.  Hasta  aquí  llega  el  olor de la pólvora. ¡Otro tiro! ¡Otro!

 ...Sólo  que  Judas,  hoy,  Platero,  es  el  diputado,  o  la  maestra,  o  el  forense,  o  el  recaudador,  o  el  alcalde,  o  la  comadrona;  y  cada  hombre  descarga  su  escopeta  cobarde, hecho niño esta mañana del Sábado Santo, contra el que tiene su odio, en una superposición de vagos y absurdos simulacros primaverales.  


 (poema de Antonio Machado, música de Joan Manuel Serrat)

domingo, 13 de diciembre de 2020

#poeasíaalarmada/49



Hay un oro dulce y triste
(de Jardines Lejanos)


Hay un oro dulce y triste
en la malva de la tarde,
que da realeza a la bella
suntuosidad de los parques.

Y bajo el malva y el oro
se han recogido los árboles
verdes, rosados y verdes
de brotes primaverales.

En el cáliz de la fuente
solloza el agua fragante,
agua de música y lágrima,
nacida bajo la hierba
entre rosas y cristales...

...Ya el corazón se olvidaba
de la vida...; por los parques
todo era cosa de ensueño,
luz de estrellas, alas de ángeles...

Sólo había que esperar
a los luceros; la carne
se hacía incienso y penumbra
por las sendas de los rosales...

Y, de repente, una voz
melancólica y distante,
ha temblado sobre el agua
en el silencio del aire.

Es una voz de mujer
y de piano, es un suave
bienestar para las rosas
soñolientas de la tarde;

Una voz que me va haciendo
llorar por nadie y por alguien
en esta triste y dorada
suntuosidad de los parques.


Carreras, Domingo, Pavarotti - Sul mare luccica

martes, 24 de noviembre de 2020

#poesíaalarmada/30


                                    Nocturnos 
                                         
¿Quién pasará mientras duermo,
por mi jardín? A mi alma
llegan en rayos de luna
voces henchidas de lágrimas
 
Muchas noches he mirado
desde el balcón, y las ramas
se han movido y por la fuente
he visto quimeras blancas.
 
Y he bajado silencioso…
y por las finas acacias 
he oído una risa, un nombre
lleno de amor y nostalgia.
 
Y después, calma, silencio,
estrellas, brisa, fragancias…
la luna pálida y triste
dejando luz en el agua…
     
                                        5
Alguna noche que he ido
solo al jardín, por los árboles
he visto un hombre enlutado
que no deja de mirarme.
 
Me sonríe y, lentamente,
no sé cómo, va acercándose,
y sus ojos quietos tienen
un brillo extraño que atrae.
 
He huido, y desde mi cuarto, 
a través de los cristales,
lo he visto subido a un árbol 
y sin dejar de mirarme.
 
                                        6
Mi alma ha dejado su cuerpo
con las rosas, y callada
se ha perdido en los jardines
bajo la luna de lágrimas.
 
Quiso mi alma el secreto
de la arboleda fantástica;
llega… el secreto se ha ido
a otra arboleda lejana.
 
Y ya, sola entre la noche,
llena de desesperanza,
se entrega a todo, y es luna
y es árbol y sombra y agua.
 
Y se muere con la luna
entre luz divina y blanca
y con el árbol suspira
con sus hojas sin fragancia,
 
y se deslíe en la sombra,
y solloza con el agua,
y, alma de todo el jardín,
sufre con toda mi alma.
 
Si alguien encuentra mi cuerpo
entre las rosas mañana
dirá quizás que me he muerto
a mi pobre enamorada.

viernes, 5 de febrero de 2021

#poesíaalarmada/103



María Elena Walsh recibe a Juan Ramón Jiménez en 1948
(Fundación María Elena Walsh)


El 45

Te acordás hermana qué tiempos aquellos,
la vida nos daba la misma lección.
En la primavera del cuarenta y cinco
tenias quince años lo mismo que yo.

Te acordás hermana de aquellos cadetes,
del primer bolero y el té en El Galeón
cuando los domingos la lluvia traía
la voz de Bing Crosby y un verso de amor.

Te acordás de la Plaza de Mayo
cuando «el que te dije» salía al balcón.
Tanto cambió todo que el sol de la infancia
de golpe y porrazo se nos alunó.

Te acordás hermana qué tiempos de seca
cuando un pobre peso daba un estirón
y al pagarnos toda una edad de rabonas
valía más vida que un millón de hoy.

Te acordás hermana que desde muy lejos
un olor a espanto nos enloqueció:
era de Hiroshima donde tantas chicas
tenían quince años como vos y yo.

Te acordás que más tarde la vida
vino en tacos altos y nos separó.
Ya no compartimos el mismo tranvía,
sólo nos reúne la buena de Dios.


Danny Daniel - 16 años

viernes, 12 de junio de 2020

#yomequedoencasa/90



 El viaje definitivo

… Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando:

y se quedará mi huerto, con su verde árbol,

y con su pozo blanco.

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará, nostáljico…


Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol

verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

Y se quedarán los pájaros cantando.
                                                               
                                                        Juan Ramón Jiménez




Iva Zanicchi. La orilla blanca, la orilla negra



A un olmo seco

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.


¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.


No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.


Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.


Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.


Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
                                                      Antonio Machado