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"Vivir sin leer es peligroso, porque obliga a conformarse con la vida"
Michel Houellebecq




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sábado, 4 de noviembre de 2023

#lacosapoética/20

(Lisboa, 1888 - 1935)

FERNANDO  PESSOA  Y  OFÉLIA  QUEIROZ


PRESAGIO (1928)

El amor, cuando se revela,
no se sabe revelar.
Sabe bien mirarla a ella,
pero no le sabe hablar.

Quien quiere decir lo que siente,
no sabe qué va a declarar.
Habla: parece que miente.
Calla: parece olvidar.

¡Ah, mas si ella adivinase,
si pudiese oír o mirar,
y si un mirar le bastase
para saber que amándola están!

¡Mas quien siente mucho, calla;
quien quiere decir cuanto siente
queda sin alma ni habla,
queda sólo enteramente!

Mas si esto contarle pudiere,
lo que no me atrevo a contarle,
ya no tuviere que hablarle
porque hablándole estuviere...


LA OREJA DE VAN GOGH - Durante una mirada

domingo, 5 de abril de 2020

#yomequedoencasa/22



Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.
También escribí en mi tiempo cartas de amor,
como las demás,
ridículas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.
Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
sí que son
ridículas.

Quién me diera en el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.
La verdad es que hoy
mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

(Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas).
Poesías, de Álvaro Campos, heterónimo de Fernando Pessoa


Todas as cartas de amor são
ridículas.
Não seriam cartas de amor se não fossem
ridículas.

Também escrevi em meu tempo cartas de amor,
como as outras,
ridículas.

As cartas de amor, se há amor,
têm de ser
ridículas.

Mas, afinal,
só as criaturas que nunca escreveram
cartas de amor
É que são
ridículas.

Quem me dera no tempo em que escrevia
sem dar por isso
cartas de amor
ridículas.

A verdade é que hoje
as minhas memórias
dessas cartas de amor
é que são
ridículas.

(Todas as palavras esdrúxulas,
como os sentimentos esdrúxulos,
são naturalmente
ridículas).



domingo, 21 de marzo de 2021

#poesíaalarmada/148




Mosaico de las Musas (fragmento)
Villa romana de Las Musas (Arellano, Navarra)



Autopsicografía

El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente.

Y, en el dolor que han leído,
a leer sus lectores vienen,
no los dos que él ha tenido,
sino sólo el que no tienen.

Y así en la vía se mete,
distrayendo a la razón,
y gira, el tren de juguete
que se llama corazón.


De Cancionero, en Antología poética. El poeta es un fingidor. Espasa-Calpe, 2007





Sale caro ser poeta

Sale caro, señores, ser poeta.
La gente va y se acuesta tan tranquila
-que después del trabajo da buen sueño-.
Trabajo como esclavo llego a casa,
me siento ante la mesa sin cocina,
me pongo a meditar lo que sucede.
La duda me acribilla todo espanta;
comienzo a ser comida por las sombras
las horas se me pasan sin bostezo
el dormir se me asusta se me huye
-escribiendo me da la madrugada-.
Y luego los amigos me organizan recitales,
a los que acudo y leo como tonta,
y la gente no sabe de esto nada.
Que me dejo la linfa en lo que escribo,
me caigo de la rama de la rima
asalto las trincheras de la angustia
me nombran su héroe los fantasmas,
me cuesta respirar cuando termino.
Sale caro señores ser poeta.

De Poeta de guardia, en Obras incompletas. Cátedra, 1999




Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
      veíase el arpa.

   ¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
      que sabe arrancarlas!

   ¡Ay! -pensé-. ¡Cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «Levántate y anda!»

Rimas y Leyendas. http://www.cervantesvirtual.com/portales/gustavo_adolfo_becquer/








miércoles, 15 de julio de 2020

#poesíaenverano/25



VICENTE ALEIXANDRE


Llueve

En esta tarde llueve, y llueve pura
tu imagen. En mi recuerdo el día se abre. Entraste.
No oigo. La memoria me da tu imagen sólo.
Sólo tu beso o lluvia cae en recuerdo.
Llueve tu voz, y llueve el beso triste,
el beso hondo,
beso mojado en lluvia. El labio es húmedo.
Húmedo de recuerdo el beso llora
desde unos cielos grises
delicados.
Llueve tu amor mojando mi memoria
y cae y cae. El beso
al hondo cae. Y gris aún cae
la lluvia.



CÉSAR VALLEJO

LXXVII

Graniza tanto, como para que yo recuerde
y acreciente las perlas
que he recogido del hocico mismo
de cada tempestad.

No se vaya a secar esta lluvia.
A menos que me fuese dado
caer ahora para ella, o que me enterrasen
mojado en el agua
que surtiera de todos los fuegos.

¿Hasta dónde me alcanzará esta lluvia?
Temo me quede con algún flanco seco;
temo que ella se vaya, sin haberme probado
en las sequías de increíbles cuerdas vocales,
por las que,
para dar armonía,
hay siempre que subir ¡nunca bajar!
¿No subimos acaso para abajo?

¡Canta, lluvia, en la costa aún sin mar!



FERNANDO PESSOA


Llueve en silencio, que esta lluvia…

Llueve en silencio, que esta lluvia es muda
y no hace ruido sino con sosiego.
El cielo duerme. Cuando el alma es viuda
de algo que ignora, el sentimiento es ciego.
Llueve. De mí (de este que soy) reniego…

Tan dulce es esta lluvia de escuchar
(no parece de nubes) que parece
que no es lluvia, mas sólo un susurrar
que a sí mismo se olvida cuando crece.
Llueve. Nada apetece…

No pasa el viento, cielo no hay que sienta.
Llueve lejana e indistintamente,
como una cosa cierta que nos mienta,
como un deseo grande que nos miente.
Llueve. Nada en mí siente…



Gene Kelly. Cantando bajo la lluvia


lunes, 14 de diciembre de 2020

#poesíaalarmada/50


FERNANDO PESSOA

ODAS de RICARDO REIS (1914-1934) 
Traducción de Ángel Crespo

           19

Sigue tu destino,
riega tus plantas,
a tus rosas ama.
El resto es la sombra
de árboles ajenos.

Que la realidad
es siempre más o menos
de lo que queremos.
Nosotros tan solo
nos somos iguales.

Suave es vivir solo.
Grande y noble es siempre
vivir simplemente.
Tu dolor ofrece,
Exvoto, a los dioses.

Ve al vivir de lejos.
Nunca le interrogues.
Decirte no puede
nada. La respuesta,
excede a los dioses.

Mas serenamente
imita el Olimpo
en tu corazón.
Los dioses son dioses
porque no se piensan.



Madredeus - Coisas pequenas (Voz: Teresa Salgueiro)

lunes, 28 de septiembre de 2020

#poesíasiempre/28

FERNANDO PESSOA

(Del heterónimo Alberto Caeiro) 


El guardador de rebaños


Y no estoy alegre ni triste.

Ése es el destino de los versos.


Los escribí y debo enseñárselos a todos

porque no puedo hacer lo contrario,

como la flor no puede esconder el color,

ni el río ocultar que corre,

ni el árbol ocultar que da frutos.


He aquí que ya van lejos, como si fuesen en la diligencia,

y yo siento pena sin querer,

igual que un dolor en el cuerpo.


¿Quién sabe quién los leerá?

¿Quién sabe a qué manos irán?


Flor, me cogió el destino para los ojos.

Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.

Río, el destino de mi agua era no quedarse en mí.

Me resigno y me siento casi alegre,

casi tan alegre como quien se cansa de estar triste.


¡Idos, idos de mí!

Pasa el árbol y se queda disperso por la Naturaleza.

Se marchita la flor y su polvo dura siempre.

Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre la

que fue suya.


Paso y me quedo, como el Universo.


Madredeus. O pastor, a vaca do fogo, os senhores da guerra



martes, 27 de octubre de 2020

#poesíaalarmada/2


FERNANDO PESSOA


Cuando ella pasa

Sentado junto a la ventana,
A través de los cristales, empañados por la nieve,
Veo su adorable imagen, la de ella, mientras
Pasa… pasa… pasa de largo…

Sobre mí, la aflicción ha arrojado su velo:
Una criatura menos en este mundo
Y un ángel más en el cielo.

Sentado junto a la Ventana,
A través de los cristales, empañados por la nieve,
Pienso que Veo su imagen, la de ella,
Que no pasa ahora que no pasa de largo

(Traducción de Rafael Díaz Borbón)

Elvis Costello - She

miércoles, 13 de mayo de 2020

Desasosiego y educación


           No es fácil leer en tiempos difíciles. Es cierto que la lectura tiene, entre otras, una función curativa (no voy a escribir sanadora ni terapéutica, no) importante. Y es cierto que es embaucadora y te arrastra a tu pesar (tampoco voy a decir nada de aquella famosa Sherezade) Pero estos dos meses son difíciles, duros, asombrosos, mi caja de adjetivos se me queda escasa, la pobre. Pero tengo una amiga que, sin saber quién es Pessoa, me enseñó hace tiempo el significado preciso de la palabra desasosiego. Y desasosiego explica de manera precisa, mejor que ningún adjetivo la sensación que me acompaña durante este tiempo. El desasosiego viene a ser un come come que te hace vivir a saltos. A saltos dentro de la quietud. ¿Cómo concentrarse en la lectura cuando el ánimo parece un saltimbanqui? ¿Como asentarse en la lectura con ese come come? Buscas entre esos libros que tienes en espera y que compraste con entusiasmo, pero el entusiasmo debe de estar confinado porque no aparece para ayudarte a elegir. O, espera, sí, aquí debajo hay algo. A ver si va a ser una joya.

            Lleva tiempo esperando su hora desde que conociste a su autora, Caitlin Moran, en ese estupendo programa de libros de La 2, Página dos o Paginados, que nunca me fijo en la grafía del juego de palabras. Ese día presentaba Cómo se hace una chica y, al hablar de su trayectoria, también elogiaron Cómo ser mujer, un libro ya talludito, de 2011 que tardó unos años en llegar aquí. ¿Cómo puede ser que no lo conozcas?

              Hace años, en 1990, Carmen Rico Godoy, estupenda periodista y escritora (tampoco voy a escribir "de raza" aunque fuera hija de la también estupenda periodista y escritora Josefina Carabias) publicó un libro de título similar, Cómo ser una mujer y no morir en el intento.  Con la ironía y el sarcasmo que tan bien manejaba hizo un buen retrato de la condición de las mujeres en los años de la transición, tan bueno que llegó al cine. ¿Será esta Caitlin Moran de la misma escuela?




           Me atrevo a decir que sí, con todas las salvedades que sean necesarias. Y con todas las diferencias entre ambas autoras y ambos libros. Pero el fondo, la condición de las mujeres, está ahí. Ya, ya oigo eso de que ya está esta pesada. Me temo que lo de ser pesada va para largo y lo de no bajar la guardia también. Y como recordatorio y ayuda este libro no tiene precio, está lleno de virtudes. Solo citaré algunas, que para elogios y valoraciones entusiastas ya está la contraportada: "libro de memorias y divertida vociferación", "provocativas observaciones sobre la vida de las mujeres", "deconstruye y arroja al fuego la imagen políticamente correcta de la mujer del siglo XXI", no harán falta más citas.

            Hay dos notas, entre tanto elogio, que me parecen muy ajustadas. Una de la revista Woman (vade retro, una revista frívola para modernas y burguesas): "redefine el feminismo del sigloXXI con absoluta franqueza". Eso es: franqueza. Y otra de la escritora y crítica Marta Sanz: "Contradice lugares comunes del feminismo sin dejar de ser feminista. Desternillante." Contradicciones y humor.
Franqueza, contradicción, humor. Ese es mi resumen. Y una cosa más. Está en los agradecimientos y es "lo que es el feminismo" o lo que debería ser:
             "Ser todo el mundo educado con todo el mundo".

              Novela, vida, ensayo, ficción, no ficción. Qué más da. Lectura excelente con el come come de la situación y el come come que suscita en las cabezas pensantes. Y sí, desternillante.





miércoles, 11 de noviembre de 2020

#poesíaalarmada/17



Eros y Psique

"…Y así ves, Hermano mío, que las verdades que os fueron reveladas en el
Grado de Neófito, y aquellas que os fueron reveladas en el Grado de
Adepto Menor, son, aunque opuestas, la misma verdad."

(Del Ritual del Grado de Maestro del Atrio en la Orden Templaria de Portugal)


Antonio Canova - Eros y Psique - Galería Borghese (Roma)



Dice un cuento que dormía
una Princesa encantada
que sólo despertaría
un Infante que vendría
de más allá de la estrada.

Este Príncipe, tentado,
vencer mal y bien debía,
antes que, ya libertado,
dejase el camino errado
por el que a Ella conducía.

Y la Princesa Dormida,
si espera, durmiendo espera.
Sueña en la muerte su vida,
Y su  frente está ceñida
por hojas de enredadera.

Sin ver dónde va, esforzado,
la vía predestinada
pisa el Infante alejado.
Él es por Ella ignorado,
Y para Él, Ella no es nada.

Cada uno cumple el Destino-
Ella, durmiendo encantada,
Él buscándola  sin tino
por el proceso divino
que hace existir a la estrada.

Y, aunque todo sea oscuro
en la estrada tentadora,

Y falso, Él viene seguro
Y, venciendo estrada y muro,
llega hasta donde Ella mora.

Toca en su frente, que altera
el esfuerzo todavía,
las hojas de enredadera,
y advierte que él mismo era
la Princesa que dormía.
(Traducción de Ángel Crespo. Austral Poesía, 2009)



Mísia - O Manto da Rainha

jueves, 26 de enero de 2023

ROSA MONTERO. EL PELIGRO DE ESTAR CUERDA

    Y ahora qué vas a hacer con ellas. Cuatro páginas, cuatro. Cuatro páginas abarrotadas de nombres de artistas, de científicos, de títulos de libros, de frases que te remiten a ideas, a citas, a las páginas donde te gustaría volver. Y, al llegar al final, en el sitio ese donde van los agradecimientos, aparecen también todos esos datos. Esto no se me hace, Rosaamiga, esto no se nos hace a las sufridas y esforzadas y entusiastas lectoras de tu obra. Qué hago yo ahora con esas cuatro páginas. Ah, sí, que las citas y las ideas inspiradoras son cosa mía y no están entre tus datos. Tienes razón, discúlpame, es la intensidad.


    Termino la lectura de tu libro poseída por la intensidad. No te mosquees, no es broma. No es la intensidad de los creadores, de la que tú hablas a lo largo de la obra. Es la intensidad del lector, o, al menos, de esta lectora, capaz de subir al peldaño más alto desde una página cautivadora y de desaparecer en la nada desde un párrafo demoledor en cuestión de minutos. 

    Y ahora estoy en el peldaño más alto, en el séptimo cielo, media hora después de terminar de leer “El peligro de estar cuerda”. La media hora la dediqué a buscar en san google a algún personaje que aparece en el libro: soy lectora crédula y me cuesta a veces distinguir entre la realidad y la ficción. Qué quieres, me creo a pies juntillas la verdad de las mentiras.

    Instalarse en el séptimo cielo tiene el problema de la falta de objetividad, pero ¿quién quiere ser objetiva al hablar de un libro que le gustó mucho? ¿y cómo contar en pocas palabras por qué te gustó?, ¿por dónde empezar?

    Por los títulos, tan sugerentes, de los capítulos, que son un buen hilo conductor de una trama que es y no es. No es una novela, no es un ensayo, no son unas memorias. Pero es. O por las citas de autores, queridos o desconocidos, desde Pessoa, “la necesidad de la literatura porque la vida no basta”, hasta una tal Rosa Montero, “los humanos somos palabras en busca de sentido”. La duplicidad, la infancia rota, la impostura, el estupor. O por Pascual y Amalia y Brines y Hierro, desde la nada al todo. Y el título, ese préstamo maravilloso. Tranquila, que no voy a destripar nada.

    Lo único que no leí todavía, lo tengo trasmañanado, es la entrevista con Doris Lessing. Necesito aire entre medias. Porque yo ya te leía en aquellas entrevistas magníficas que hacías para El País cuando las dos éramos más jóvenes y sé que la voy a recordar y disfrutar con intensidad, faltaría más, pero no quiero mezclar. Además, Doris Lessing es una de las autoras que admiro y puede ser que su lucidez pesimista me apene un poco. Fíjate, lo que dices de su diógenes me recordó una de sus novelas, la que más me gusta, “Diario de una buena vecina”. Otro día pasaré un rato con Doris.

    Guardaré las cuatro páginas volanderas en una de esas libretinas de apuntar lecturas, me prepararé para leer alguna de las muchas sugerencias tuyas, creo que empezaré por la “Zenobia del Alma”, de Trapiello y “Un ángel en mi mesa” de tu querida Janet Frame. Seguiré leyéndote, agradeciendo tus libros y tu trabajo periodístico, aunque me tendrás que perdonar porque con Bruna Hasky no acabo de engranar, igual tengo que darme otra oportunidad. Y que sepas que llevas ya mucho tiempo en mi almáciga de amigas, sección escritoras.

Rosa Montero. - El peligro de estar cuerda. Seix Barral, 2022


jueves, 7 de enero de 2021

#poesíaalarmada/74


EL GUARDADOR DE REBAÑOS de ALBERTO CAEIRO (1911-1912) 
Traducción de Ángel Crespo



                            13

El Tajo es más bello que el río que corre por mi aldea,
pero el Tajo no es más bello que el río que corre por mi aldea
porque el Tajo no es el río que corre por mi aldea.

El Tajo tiene grandes navíos
y todavía navega en él,
para quienes en todo ven lo que ya no existe,
la memoria de las naos.

El Tajo baja de España
y el Tajo entra en el mar en Portugal.
Todo el mundo lo sabe.
Pero pocos saben cuál es el río de mi aldea
y para dónde va
y de qué sitio viene.
Y por eso, porque pertenece a menos gente,
es más libre y mayor el río de mi aldea.

Por el Tajo se va al Mundo.
Más allá del Tajo está América
y la fortuna de quienes la encuentran.
Nadie ha pensado nunca en lo que hay más allá
del río de mi aldea.

El río de mi aldea no hace pensar en nada.
Quien se encuentra a su lado, sólo a su lado está.



CARLOS DO CARMO - Lisboa, menina e moça


domingo, 31 de marzo de 2024

#lacosapoética/67

(Lisboa, 1888 - 1935)

    
    
VINCENT VAN GOHG - Rosas
                National Gallery of Art - Washington (EE.UU.)



NO QUIERO ROSAS MIENTRAS HAYA ROSAS

No quiero rosas mientras haya rosas.
Las quiero cuando no las pueda haber.
¿Qué voy a hacer con las cosas
que puede cualquier mano coger?

Solo quiero la noche si la aurora
la diluye en azul y rosicler.
Lo que mi alma ignora
es lo que quiero poseer.

¿Para qué?… De saberlo, nunca haría
versos para decir que no lo sé.
Siento a mi alma pobre y fría…
¿Con qué limosna la calentaré?

                                        De Cancionero (1909 - 1935) en Antología poética. El poeta es un fingidor. Ed. y traducción de Ángel Crespo. Espasa-Calpe, 2007


CARLOS GARDEL - Rosa de abril